lunes, 23 de diciembre de 2013

Moribundo septiembre





Todo me evoca a ese majestuoso momento
En los que mis ojos se reflejaron en los tuyos.
Ese instante donde tu boca se encontró con mi boca
Bajo el silencio de un moribundo setiembre.

¿Y cómo sacarte de mi mente
Si vives salvaje en mi corazón?
¿Cómo hacer para no pensarte
si a cada instante revives en efímeros suspiros de amor?

La mente y el corazón
dos armas insaciables
Se unen en perfecta armonía,
arrastrando mi vida al mundo perverso del desamor…

Tarde de Agosto





Esta noche brotan en mí todas las palabras
que quise gritarte pero mi timidez calló.

Entraste en mi vida una lluviosa tarde de agosto
y te apoderaste de un solitario y hambriento corazón.

Como experto ladrón te llevaste solamente un par de besos,
envueltos en una infinita e inquebrantable ilusión.

De manera casi ruin diste fin al juego
Y ahora me toca recoger del suelo,
los pedazos de un magullado sentimiento de amor.

Misteriosa aparición



Grises, grises y opacos eran mis días antes de que lo viera.
La lluvia envolvía los edificios de la ciudad
Con un manto negro que oscurecía todo a mi alrededor.
Monótonos sonidos salían de los restoranes del centro
mezclándose con la brisa y jugando con el viento.

Yo estaba así, como un ente más
Deslizándome por las baldosas que formaban parte del pavimento.
Hasta que por arte de magia,  en medio de una multitud
Que se abría temerosa de los estruendos, lo vi,
Vi sus ojos de miel, grandes y penetrantes
Que como en una batalla cuerpo a  cuerpo, se enterraron en mi
Al igual que lo hace la filosa espada en el soldado que va perdiendo.

Caí al instante prisionera de su manera de andar
Sus labios de carmesí se grabaron en mi retina.
De pronto la atmósfera se volvió respirable
Y una gota de ilusión se coló a mi alrededor.
Una vida entera recorrió mi mente,
Proyectos, ideas, deseos ardientes.

¡Milagro! Fue cuando esa criatura celestial pasó frente a mí.
Por fin dios había escuchado mis plegarias,
Eras que rezaba cada noche acurrucada en el tibio calor de mi almohada
En ese momento creí tocar el cielo con las manos.
Me vi extasiada, perdida en un mar de sueños que desde antaño añoraba.

Pero en ese  instante todo cambió,
Él siguió su camino y ni siquiera de mi existencia creo yo,  se percató.
Me quedé así, ahí viendo como ese dulce sueño en un segundo se borraba.
La lluvia comenzó a caer nuevamente,
Borrando la figura de aquel extraño
Que salió de la nada, entre la gente.

Nunca más volví a vivir algo así, nunca más lo vi.
Ese ángel misterioso abrió sus alas y voló
La magia en un instante se desvaneció.
Sólo quedó en mí un simple recuerdo,
Una mirada feroz
Que aunque   he gastado mi vida
Sigo buscando hasta el día de hoy.

Versos que te dedico




                    
Estos versos te dedico, igual que flor despierta al alba.
Melodía de lo que un día fue un dulce amor,
que el rocío del amanecer vio nacer
y la muerte fría de la noche se  llevó entre sus brazos.

Perfectos desconocidos





Aquí está escrito,
Si  miras podrás ver,
Aquí se ha grabado a fuego y sangre,
Lo han  tatuado en mi piel.
Ellos lo dicen,
a gritos lo pregonan
que eso es lo que  somos
Y estamos destinados a ser
Dos perfectos desconocidos
Que se conocen muy bien…