martes, 16 de junio de 2015

Compasión


¡Un poco de piedad  señor de los cielos!
Compasión para esta mente atrapada
 en el laberinto mortal de la noche estrellada.
¡Que la noche muera ya!
y con ella se entierre vivo el deseo
Qué se esfume ese siniestro momento
 donde ilusamente juramos ser para siempre eternos
Y la grandeza de tu amor 
sólo se vio reflejada en las alas del viento

miércoles, 3 de junio de 2015

Noche otoñal



La fría noche otoñal me evoca
los perfectos trazos de una piel de terciopelo.
Una piel que ardía vivazmente
al leve contacto con las yemas de mis dedos.
Que engañosa se ha vuelto la noche otoñal.
Hipócrita, mentirosa, absurda.
Esos besos que arrebatan
 se perdieron el tiempo.


Hombre de poca fe



Tu voz inconfundible
 se desprendió de ese frío aparato de metal
creación gloriosa de la modernidad.

Temeroso me preguntaste
que cómo podía amarte de esa manera.

Cómo es que te estoy amando
si nuestros cuerpos están lejanos,
habitando en otras riberas.

 Cómo podía decir que te siento
 si no estoy ahí.
Me replicas que cómo puedo hacerlo.

Más yo te digo, hombre de poca fe
Que no  siempre hace falta tocar

Para el amor poder ver

Te tocaré



Te tocaré
 con la brisa del viento
Con el canto de los pájaros
 iré hacia ti.
Perfumaré tu piel
con suaves amapolas
Y como en un sueño
 tomaré forma de paloma
Para anidar cerca

Muy cerca de ti.

Versos tristes



Esta noche no puedo más que escribir 
versos tristes,
 Coplas sin sabores
De un amargo ayer que ya ha muerto.

Cómo aniquilar el frío tenue del cuerpo
Cuando el abrigo que significaban tus besos
Se fueron bajo la luna iluminada de setiembre.

Esta noche no puedo más que escribir
Versos tristes,
Siento que mi mente agoniza y junto con ella

agoniza un corazón que te amó.

Acuarela de mentiras



Oscura la noche estrellada
Que dibuja acuarelas de mentiras
en mi mente atormentada
 por los recuerdos de tu rostro de hiel.

Solitario corazón que agoniza
 pide desesperado un poco de piedad.
Amenaza destruir mi existencia sin la menor prisa
Arrastrándome al  vulgar castigo de no tocar tu piel.

Tu desamor ha causado la más vil destrucción
de un alma aferrada a tu ser.
¿Cómo entender esta absurda realidad?
¿Cómo comenzar a olvidar si vives presente en mi pasado de ayer?

¡Congoja! estalla mi pecho
¡Qué mentira más real!
Tocar los finos trazos de tu cuerpo

Bajo el brillo de una luna de Abril.

Allí te espero



Te espero allí donde el viento se transforma en suave brisa,
donde el canto de mi boca se vuelve silenciosa melodía.
Donde mis versos firmes viajen sin prisa
 por la nebulosa  torrente de unas suaves caricias .

Allí te espero, amor que nunca fue mío
Allí donde mis pasos siguen el sendero de tus pasos
Esperanzados de encontrarte envuelto
en el perfume que desprenden los cerezos.
.

 Te espero allí, donde la luz  de luna
 Disfraza  la fantasía de tenerte en realidad
Y el monótono sonido del sendero
Llena mi alma de una infinita y arrolladora paz.
.
Allí estoy yo…amor que nunca fue mío

Allí estoy… esperando por ti.

Inexplicable



¿Cómo le explico a mi corazón que no debe dejar de latir
sabiendo que ya no se alimenta de la cálida luz  de tu mirada?
¿Cómo le hago entender que la sombra que reflejaba tu cuerpo de seda
se fue con la brisa del monte a otra morada lejana?

¿Cómo se hace para borrar unos besos profundos
Clavados como estacas en el medio del alma?
¿Qué se debe hacer para no añorar el resplandor de tus ojos,
Si tus ojos están anclados a mi espalda?

 Dime, ¿Cómo hago para borrar tu recuerdo?
¿Cómo te arranco de mí ser amor?

¿Cómo te desprendo de mis entrañas? 

Te siento


Y yo te siento temblar en el pasto,
tocando el frío audaz que desprende el  rocío.
Tu rostro  terso y brillante
Vislumbra un nuevo amanecer a la orilla del río

Solitario y sereno  tu cuerpo
Adornado de  luces doradas
Busca refugio seguro en la tenue piel
que se levanta en las torres de mi espalda.

Te siento pájaro cantor a la tibia alba del amanecer.
Tus finos dedos de cristal recorren impacientes
las dos montañas que se elevan en mi pecho.

Y mi cuerpo de sirena
Se pierde en tu ancho y espeso océano de versos dulces,
Navego libre  en el mar de sueños primitivos

que se desgarran de tu inconexo e inconfundible  nombre.

Señor del vino


Solitaria es la noche estrellada,
Las olas del río acompañan mi morada
En las tinieblas de tus recuerdos.
El campo solloza, rodeado de luciérnagas
Que danzan al compás de mi clamor.

¿Dónde estás señor del vino?
¿Por qué te fuiste dejando como castigo
El  aturdidor recuerdo de tus besos benignos?
Este cuerpo atormentado reclama tu cuerpo
Esta voz desesperada suplica agonizante  tu regreso. 

Ven y toma mi alma esta noche
Bebe a mi lado el licor del olvido
Te ofrezco en mis brazos ceñidos
El regalo bendito del eterno destino.





Cunas de mentiras



A fino vino dulce saben tus rojos besos
Venenoso licor del cual ya no beberé.

Tus labios marchitos descansan en cuna de mentiras
¡Maldito privilegio que no ha de venir!

Falsas luciérnagas  son tus ojos negros
Hipnotizan almas moribundas que desean fervientes
Una gota de cálida luz.

Dicen que tus manos son piedras encendidas
Pero lo que ellos ignoran es que profanan como fasos creyentes
La verdad oculta en el cuerpo de una mujer.

Y qué hay de tu mirada perdida
Esa que roba el alma al leve contacto
De tu rostro divinamente cruel.

Engañosa verdad dice tu lengua caliente
¡Pobre de la mortal que se pierda en vida

En la bendita mentira de tu santificada piel!

Una noche más



Una noche más
¿Qué significa una noche más?

Un instante
para tocarnos piel con piel

Un instante
Para saciarnos del más profundo y grande amor
Para adorarnos tan brutal y suavemente.

Un instante…

¡Qué no daría yo por un instante!

Indiferencia


Amarte se ha convertido en mi peor castigo.
Tu indiferencia me condena a un futuro terror.
Es que no concibo a la vida, vida sin tus besos
Me aprisionas, me vuelves cautiva del dolor.

 Deseo tus caricias, bajo la sombra fresca de los talas
Cuando me empalague el canto,  preludio del ruiseñor.
Porque no verte se asemeja a la muerte,
a un último día sin la luz vital del brillante sol.

Porque tus recuerdos me persiguen
haciéndome prisionera de un funesto destino.
Mi alma entera se acongoja
y camino ciega en las sendas del abismo.

 Tengo nostalgia de tus ojos morenos
Reposando en mi robusto y ancho mentón.
Navego a la deriva, en barcos de sueños

recogiendo pedazos de un moribundo corazón.

Olvido carente


Cada noche te abrazo en el ocaso de  mi alma,
Serena y añorando el pasado que  se fue.
Sueño con el dulzor de tus besos profundos
Escondiéndose  en mí como esclavo nocturno,
preso de una tortuosa pasión añil.

Ahogo el dolor en un olvido carente
de caricias siniestras que ya no han de venir.
Dónde están esos ojos morenos,
hacia dónde miraran ahora que están lejanos de aquí .
Llora el alma en una melodía constante.

Se despegan de la nada esos recuerdos fugaces
Y dónde fue tu boca punzante
Quién se quedó con ese diáfano sabor.
Lloro estos versos a la orilla del río,

Recuerdo vivo de un profundo e inevitable adiós.

Alma




Alma que caminas herida
Olvida pronto ese tormentoso amor
Alma, vieja e inseparable amiga
No es justo que conserves con vida, esa agitada pasión.

Olvida, alma mía, olvida
Arráncame del pensamiento
Su cálido aroma y la tibiez
de su embriagante sabor.

Vuélvete insensible e invisible
ya no desees en silencio
las gotas del mortal veneno

que desprende su indescifrable voz.

Amor


Amor, hoy me miras con tus ojos color miel
A través de una copa de vidrio frágil que nos separa.
Amor, es como una luz sollozante y sincera
Que espera con paciencia la primavera

El rayo de luna ilumina tu mirada
Y las palomas vuelan silenciosas a mi ventana.
Amor…Ya no apagues esa esperanza
Que ilumina tu inocencia.

¡Detente! Ya has corrido demasiado
¡Detente! No hagas que las olas se tornen amargas
Que el viento acaricie las mejillas del que sufre por amor
El que hace larga su espera y pierde sin razón.

Ama y protege
Ilumina y detente.
Amor…

¿No ves que pronto lloverá?

Sentimientos




Cada vez que pienso en ti
una parte de mí se cierra en mi alma.
Cada vez que susurro  tu nombre
encuentro en el cielo una estrella apagada.

Pero qué difícil es amar
sin esperanza alguna
Es tan grande el dolor
Y tan lejano el perfume de tu vida.


Ojos negros



Te vi y me rendí
frente a la lava ardiente de tus ojos negros.
Descubrí un sendero estrecho donde podría detenerme a descansar
después de un día de ostentosa labor bajo el limonero.

Intenté alcanzar las finas amatistas que emanaban de tus labios tersos
Y sin más, me perdí
en el camino frondoso de tu intermitente cuerpo.

Encontré una fruta madura escondida en el medio de tu pecho
Fruta dulce y mortal que empalaga y envenena de besos
Te vi… y me perdí

Y nunca más vi brillar esos ojos negros.

Gorrión ausente



Vienes a mí cuando el sabor de unos besos agrios
se han ahogado antaño,  en la inmensidad del delirio.
Pájaro solitario ¿buscas ahora el calor de mi viejo nido?
¿Y dónde se fue la impronta con la que me arrebataste el destino?

¿Dónde estabas  gorrión ausente
mientras yo buscaba paja acurrucada de frío?
¿Qué fue de la flor de alelí que arropaste en tu pecho
despreciando la dulce paz que  te ofrecía mi lecho?

Proclamabas airoso de dicha
que un  flameante amor te desterraba de mi sendero .
¿Qué vienes hacer a mi viejo agujero?
Susurras estrofas inconexas y amargas
ahora que te han despojado hasta del aliento.

¿Quieres un poco de la dicha que se fue?
Pero si fue tu propio canto quien huyó con el viento.
Buscas en el lugar equivocado
La gloria enardecida de tu fugaz encanto.

Es tarde ya, la noche ha muerto
Se esfumó ese ardor que encendían las fibras de mi cuerpo.
Ahora tú quieres decir verdad,

Ahora yo juego que te creo.

Inevitable



Mis sentimientos giran en mi mente.
Lo que siento se me ha vuelto inevitable.
Un sentimiento fuerte que ata mi mente una mente distante de mí.

Quizás no habito en tu pensamiento como tú habitas en los míos,
tal vez no pueda competir con brazos que te acarician.
La lejanía de tu mirada es la cárcel que me encierra.


No tendré sus mismas armas, pero eso no me preocupa.
Mi alma cuenta con un arma más poderosa que todas,
Un corazón que siente y un sentimiento puro y verdadero.
Y no me importa perder, porque al menos tuve la dicha de haberte amado…

Quiero


Quiero verte, es algo innegable
Quiero sentirte, tímido y callado
en el silencio tenue de la agonizante madrugada.

Quiero estrechar mis brazos
 en el santuario que dibuja tu cuerpo,
Acurrucar mi ser en tu ser carente de toda añoranza,
Esconderme en las fibras ocultas de tu indescifrable mente
Para saber qué ocultas ladrón de sueños.

Quiero escuchar el latir melódico
de ese indomable corazón que vive en tu pecho,
 Melódicas notas que me envuelven y arrebatan,
Apoderándose del poco sentido con el que cuento.

Quiero ser para ti, definitivamente la luz
Guiar tus pasos al camino de mi amor 
Plasmarme en tu pensamiento y quedarme a vivir allí

En jardín secreto al que conducen tus besos.

Noche traicionera



           La noche se ha vuelto mi más  mortal
 y peligrosa enemiga.
Me habla entre sueños,
a gritos me suplica
Que no me olvide de  su amor,
 que su recuerdo siga con vida
Noche traicionera,
          me haces creer que ese rostro canela
 volverá aquí
     Se posará sobre mi pecho desnudo
y lo quemará en el fuego tenue

 del deseo viril.