La
fría noche otoñal me evoca
los
perfectos trazos de una piel de terciopelo.
Una
piel que ardía vivazmente
al
leve contacto con las yemas de mis dedos.
Que engañosa se ha vuelto la noche otoñal.
Hipócrita,
mentirosa, absurda.
Esos
besos que arrebatan
se perdieron el tiempo.
se perdieron el tiempo.
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